La crisis que nos asfixia parece respetar al mundo del arte. Baten récords las grandes salas de subastas y los mejores museos españoles. A pesar de los tijeretazos presupuestarios, se superan registros de visitantes en un año especialmente brillante, con una altísima concentración de genio en unas exposiciones memorables. Si Antonio López marcó récord en el Thyssen y seduce ahora al público bilbaíno, en el corazón de la crisis el Prado va camino de otro hito exhibiendo los tesoros del Hermitage.
No son menos excepcionales, y bien merecen la pena un viaje, las muestras que ofrecen el Guggenheim en Bilbao, la Fundación Miró en Barcelona o el museo Picasso de Málaga.
El Prado concentra dos milenios de belleza en las 180 piezas magistrales de una exposición histórica en cartel hasta la próxima primavera. Del oro de los escitas a las vanguardias del siglo XX, comprime el genio de los grandes maestros en una selección esencial de la vasta colección el museo ruso.
Por primera vez abandonan la ciudad de los zares para recalar en España las joyas del mastodóntico museo de San Petersburgo. Es un feliz paseo por 25 siglos del arte más excelso. Una exposición para la historia que ha permitido al museo abrir sus puertas todos los días hasta la clausura el 25 de marzo.